El cálculo del precio objetivo de una acción es uno de esos conocimientos que hace la diferencia entre una inversión informada y una jugada a ciegas. En este camino te acompañaremos, desglosando las fórmulas clave con las que puedes dar ese paso extra en tus estrategias de inversión.
Calcular el precio objetivo de una acción puede parecer complicado al principio, pero en realidad es una herramienta indispensable para cualquier inversor. Aquí vamos a repasar varias fórmulas esenciales, desde la más básica hasta las que implican un mayor grado de análisis técnico.
Índice
Fórmula del Valor Intrínseco
La Fórmula del Valor Intrínseco de una acción, también conocida como DCF (Discounted Cash Flow), es una de las más utilizadas y respetadas en la comunidad inversora. Este método se basa en la proyección de los flujos de caja futuros que una empresa generará, descontados a su valor presente.
Primero, es fundamental estimar los flujos de caja libres futuros de la empresa. Esta es una tarea que requiere de cierto nivel de investigación y conocimiento del negocio en cuestión. Una vez que tenemos estos datos, podemos proceder al cálculo.
Para ello, utilizamos la fórmula del Valor Presente Neto (VPN):
[text{VPN}=sumfrac{FC[text{VPN}=sumfrac{FCn}{(1 + r)^n} ]Aquí, ( FCn ) representa el flujo de caja en cada periodo y ( r ) es la tasa de descuento, que suele ser el coste medio ponderado del capital (WACC).Relación Precio-Ganancias (P/E)
Otra fórmula clásica es la de la Relación Precio-Ganancias (P/E), que mide el precio actual de una acción en comparación con sus ganancias por acción (EPS). Es una métrica fácil de entender y muy utilizada para evaluar si una acción está sobrevalorada o infravalorada.
La fórmula es sencilla:
[ text{P/E} = frac{Precio de la acción}{Ganancias por acción (EPS)} ]Este ratio nos permite comparar la valoración del mercado con las ganancias reales de la empresa. Si un P/E es superior al promedio del mercado o a sus competidores, podría sugerir que la acción está sobrevalorada y viceversa.
El Modelo de Dividendos Descontados (DDM) se centra exclusivamente en las empresas que pagan dividendos. Es una herramienta óptima para los inversores conservadores que buscan flujos de caja estables y previsibles.
El DDM se calcula con la fórmula:
[ text{Valor de la acción} = frac{Dividendos , por , acción}{Tasa , de , descuento – Tasa , de , crecimiento , de , los , dividendos} ]Esta fórmula requiere conocer el dividendo anual esperado por acción, además de las tasas de descuento y de crecimiento futuro de los dividendos.
Modelo de Crecimiento Gordon-Shapiro
Uno de los modelos más interesantes y detallados es el Modelo de Crecimiento Gordon-Shapiro. Este se basa en la premisa de que los dividendos crecerán a una tasa constante a largo plazo. Es una variante del DDM pero más ajustada para empresas con crecimiento sostenible.
La fórmula es:
[ text{Valor de la acción} = frac{Dividendo , esperado , en , el , siguiente , periodo}{Tasa , de , descuento – Tasa , de , crecimiento , perpetua} ]Este modelo es útil para las empresas que tienen una política de dividendos establecidos y que se espera crezcan de manera estable.
Ratio PEG
El Ratio PEG (Price/Earnings to Growth) es una versión mejorada del P/E ratio porque incorpora el crecimiento esperado de las ganancias. Este ratio es invaluable para identificar oportunidades de inversión en empresas de crecimiento rápido.
Su fórmula es:
[ text{PEG} = frac{P/E}{Tasa , de , crecimiento , de , EPS} ]Un ratio PEG por debajo de 1 puede indicar que una acción está infravalorada considerando su tasa de crecimiento. Esto hace que el ratio PEG sea particularmente útil en sectores dinámicos.
La clave para obtener una visión más completa está en no depender exclusivamente de una sola fórmula. Por ejemplo:
- Calcula el valor intrínseco usando el modelo DCF.
- Compara los resultados con el P/E ratio del mercado y su industria.
- Aplica el DDM si la empresa paga dividendos consistentes.
- Usa el PEG para identificar oportunidades en compañías de crecimiento.
Cada fórmula tiene sus fortalezas y limitaciones. Usándolas de manera combinada, tendrás una visión más robusta y completa, preparándote mejor para tomar decisiones de inversión informadas.