La crisis de la COVID-19 trajo consigo nuevas tendencias y agilizó el progreso de otras que ya comenzaban a notarse. Asimismo, el estar en casa y tener más tiempo para el ocio y consiguientemente para estudiar, ha incrementado la demanda de formaciones como cursos o bootcamps. Estudiar online ha pasado a formar parte de la nueva normalidad y con ello, han surgido nuevas posibilidades de estudio sobre todo en el sector tecnológico, donde la demanda de profesionales digitales crece exponencialmente.
Este es el caso de los boot camps. La palabra “bootcamp” procede del inglés y significa literalmente, “campo de entrenamiento”. Normalmente, se utiliza en la jerga militar para definir una forma de aprendizaje intensivo, en la que el estudiante adquiere habilidades físicas y mentales en tiempo récord.
La pandemia también ha influido en el sector de la educación
La nueva era digital requiere de personas polivalentes preparadas para trabajar en diferentes frentes, como si de un campo de batalla se tratase. Esa necesidad de capacitar personas en diferentes materias y adquirir nuevas habilidades es la que ha hecho que los bootcamps vuelvan a tomar protagonismo tanto de forma online, como de forma presencial con bootcamps en Madrid y en otras ciudades de España.
Frente a esta tendencia, escuelas como ID Bootcamps, han creado boot camps en programación y desarrollo web y boot camps en data, dos de los puestos más demandados en el panorama actual. Se trata de dos propuestas inmersivas que tratan de simular de la manera más real posible, el ambiente de trabajo que un desarrollador Full Stack o un analista de datos, para que se enfrenten y superen desafíos reales. Así, se consigue formar desarrolladores web de la forma más rápida posible.
Los bootcamps son la solución a una demanda laboral insatisfecha
La formación en boot camp nace ante una necesidad extrema de cubrir la demanda insatisfecha de profesionales tecnológicos por parte de las empresas, así como una ineficiente respuesta por parte de las universidades.
El programa de estudio de escuelas tecnológicas como ID Bootcamps tiene como objetivo no solo aprender las tecnologías que se utilizan hoy en día en el desarrollo de software sino también vivir la experiencia del futuro trabajo en el aula, simulando un ambiente de trabajo real. La metodología leaning by doing se centra en un método de aprendizaje basado puramente en la práctica, en línea con el sentido original de los boot camp.
En el aula, se recrearán situaciones reales de trabajo donde los alumnos resolverán tanto de forma individual como en equipo, y mejorarán sus habilidades experimentando y a través de la prueba y el error. Precisamente el trabajo en equipo y el aprendizaje compartido es otro de los puntos fuertes de este método de formación.
Otro de los puntos a favor que supone estudiar un bootcamp, es que los alumnos contarán desde el primer momento con apoyo constante en la búsqueda de empleo. A través de una Talent Manager que les enseñará de forma personalizada, todas las claves para elaborar un buen CV, posicionarse en LinkedIn o enfrentarse a una entrevista de trabajo. De esta manera, los alumnos se irán abriendo hueco en un sector realmente competitivo y donde es muy importante saber diferenciarse del resto en los procesos de selección.