Los bailes típicos de Chiapas son un espectáculo vibrante que te transporta a un mundo de colores, sonidos y movimientos cautivadores. Esta tierra mexicana, famosa por su riqueza cultural, nos regala una serie de danzas que son mucho más que simples pasos; son historias vivas que han pasado de generación en generación.
Imagínate esto: estás en una plaza de Tuxtla Gutiérrez, el sol se está poniendo y de repente escuchas las notas inconfundibles de una marimba. No puedes evitar mover los pies. Ese, amigo mío, es el poder del Baile de la Marimba.
Este baile es tan chiapaneco como el pozol. Se caracteriza por sus movimientos alegres y rápidos, donde las parejas giran y se mueven al son de este instrumento de percusión. Lo curioso es que cada región de Chiapas tiene su propia variante. En Comitán, por ejemplo, el estilo es más pausado y elegante, mientras que en Chiapa de Corzo, ¡agárrate que ahí vienen las vueltas!
Índice
La Danza del Parachico: Tradición y misterio
Si alguna vez has visto a un grupo de personas con máscaras de madera y trajes coloridos bailando por las calles de Chiapa de Corzo en enero, has sido testigo de la famosa Danza del Parachico. Esta danza no es solo un baile, es una experiencia cultural completa.
Los danzantes, conocidos como Parachicos, realizan movimientos rítmicos mientras agitan sus sonajas y chinchineros. Lo más impresionante es que pueden bailar durante horas sin descanso. ¿El secreto? Una mezcla de devoción religiosa y litros de pozol, la bebida tradicional chiapaneca.
El significado detrás de la máscara
Las máscaras de los Parachicos no son un simple accesorio. Representan a un español rubio y barbado, y hay toda una leyenda detrás de esto. Se dice que en el siglo XVII, un niño enfermo fue curado milagrosamente en Chiapa de Corzo, y su madre, en agradecimiento, organizó fiestas donde hombres disfrazados de españoles bailaban para entretener al pueblo. Desde entonces, la tradición continúa.
El Bolonchón: Un baile con sabor a selva
Pasemos ahora a la región selvática de Chiapas. Aquí, el Bolonchón reina como uno de los bailes más representativos. Este baile imita los movimientos del mono, y créeme, es tan divertido de ver como de bailar.
Los danzantes se mueven de forma ágil y juguetona, a veces incluso trepando a los árboles (aunque no te recomiendo intentar esto en tu primera clase de baile). La música que acompaña al Bolonchón es hipnótica, con ritmos que te hacen sentir como si estuvieras en medio de la selva lacandona.
¿Por qué un mono?
El mono en la cultura maya, predominante en esta región, era considerado un símbolo de alegría y diversión. Así que, cuando bailan el Bolonchón, los chiapanecos no solo están moviéndose, están celebrando la vida misma.
La Danza del Tapir: Un tributo a la naturaleza
Menos conocida pero igualmente fascinante es la Danza del Tapir. Este baile, originario de la región de los Altos de Chiapas, es un homenaje a la fauna local. Los danzantes imitan los movimientos de este animal, considerado sagrado por muchas comunidades indígenas.
Lo interesante de esta danza es cómo combina elementos prehispánicos con influencias coloniales. La música, por ejemplo, puede incluir instrumentos tradicionales como el tun y la flauta de carrizo, junto con violines introducidos por los españoles.
tenemos el Baile de la Vaquería, una danza que refleja la vida rural de Chiapas. Este baile simula las actividades de una hacienda ganadera, con movimientos que imitan el arreo del ganado y el trabajo con el lazo.
Lo más curioso de este baile es su vestuario. Los hombres usan sombreros adornados con cintas de colores, mientras que las mujeres lucen faldas largas y coloridas. Y aquí va un dato que te sorprenderá: en algunas versiones de este baile, los participantes bailan con botellas de licor en la cabeza. Sí, has leído bien. ¡Y no se les cae ni una gota!
Estos bailes típicos de Chiapas son mucho más que simples movimientos coordinados. Son la expresión viva de la cultura, la historia y la identidad chiapaneca. Cada paso, cada giro, cada sonido de la marimba o del chinchín, cuenta una historia que se remonta a siglos atrás.
Así que la próxima vez que visites Chiapas, no te quedes sentado. Anímate a sumergirte en esta experiencia cultural única. Quién sabe, tal vez termines bailando el Bolonchón en medio de la selva o llevando una botella en la cabeza en el Baile de la Vaquería. Y recuerda, en Chiapas, la tradición no se observa, se vive y se baila.